La monarquía es una
institución heredada del feudalismo de la Edad Media con un componente divino.
El rey era el representante de Dios en la Tierra y se era rey "por la
gracia de Dios".
A partir de la
Declaración de los Derechos del Hombre, no parece compatible la idea de la
igualdad de deberes y derechos de las personas con la permanencia de una
institución que se rige por el derecho de herencia y que no necesita demostrar
su capacidad para ejercer el mandato. Acabamos de ver cómo una dictadura que
nos repugna como la de Corea del Norte ejerce el mismo "derecho sucesorio"
que la monarquía.
Se aportan razones,
en favor de la monarquía en España, como que resultan más caros otros sistemas.
No es cierto, porque cualquier institución puede ser regulada por ley, en cuanto
a los emolumentos que perciba .Y debe estar obligada a dar cuenta de ellos, ser
transparente. Se argumenta también que las Repúblicas españolas fueron de infausta
memoria, como si no hubiera habido reyes, y no pocos, también de infausta memoria. Se sigue diciendo
que en un país como el nuestro, con tendencia a los "reinos de
taifas", el único vínculo que sostiene nuestras diferencias es la corona. Argumentos
todos muy endebles.
Si el Príncipe
Felipe, que parece serio y competente, se presentara a unas elecciones, arrasaría.
Ése podría ser su futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario