sábado, 29 de noviembre de 2014

Canticorum iubilo


Se jubila Montse Rasclosa. ¡Quién lo iba a decir!

Montse muestra un carácter mucho más duro del que, en realidad, tiene: es mucho más tímida y tierna de lo que quiere aparentar.

Recuerdo mi primer encuentro con ella, en el año 86, cuando llegué al Bernat para quedarme. Seria, casi adusta, detrás de la mesa situada en lo que hoy es el despacho del Secretario: era la Directora. Poco sabía yo, entonces, del tirón que ejercería el Bernat sobre todos nosotros.

Un día, por los pasillos, tarareaba yo:

"Ya despunta la mañana

  de la Aurora el dulce sueño"...

y, sorprendida, me preguntó de qué conocía esa pieza coral. Resulta que ella también cantaba en el coro de su Instituto y que ambas coincidimos en un encuentro de corales que se celebró en Zaragoza cuando éramos adolescentes.¡Quién lo hubiera sospechado!

Omnipresente en las reuniones, en las comisiones, en las Juntas...o comprando mandarinas y turrones para nuestras inolvidables celebraciones de Navidad.

Siempre a la última("¡qué bien se compra en Gerona!").

Árbitro de un seminario difícil.

La vida nos ha llevado a ser vecinas de pueblo de vacaciones. Ahora sí, con más tiempo, espero que podamos seguir tomando cafés.

                                                           Con cariño