domingo, 30 de marzo de 2014

El Caballero de Olmedo


Partimos de la base de que todo lector tiene derecho a interpretar un libro como mejor le plazca; y mucho más, un director de teatro.

Acabo de asistir a la representación,  en el Teatre Lliure de Barcelona, de El Caballero de Olmedo y he sentido cierta decepción porque no he visto a Lope de Vega por casi ningún sitio. Es verdad que lo andaluz- las palmas, las cajas, el cante- dan mucho juego en el escenario porque son de una gran belleza plástica y sensorial, pero ¿ qué hace un "gracioso" castellano hablando con acento andaluz? El bobo de las comedias de Lope es simple, bruto, seco a veces. ¿ Por qué acudir al tópico?

El negro presagio de la tragedia que le espera al caballero, cantado como un quejido, de nuevo andaluz...qué distinto de la polifonía de la canción popular con la que comienza la obra y que prometía otra cosa.

Es como si igualas una procesión sevillana y una castellana. Las dos son procesiones, sí, pero qué distinto espíritu las preside.

 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Menorca


Despunta la primavera en las flores amarillas de los caminos, las acículas y el polen de los pinos, el azul de las flores de romero, las hojas nuevas de las encinas. Y los acebuches, por doquier.

Las paredes "secas", como llaman a las medianeras de los predios, hechas por mano experta, como un rompecabezas, encajadas, sin argamasa, de color ocre, bellísimas.

Los tejados pintados de blanco de las casas de Binibeca.

La vista desde el santuario de la virgen de Toro es espéndida: cala Fornells, Mallorca, la planicie y las viejas montañas del Norte.

La bahía de Mahón, las escaleras blancas que descienden hasta el puerto, el enorme convento, cuyo claustro es hoy mercado.

Ciudadela es, a veces, casi siciliana y otras, alguna de sus calles de bellos palacios nos lleva a rincones toscanos.

El tiempo detenido. " A poc a poc", como dicen ellos.