¡Qué hartos estamos de la "cuestión
catalana"!
Hartos de ver
cómo algunos sacerdotes católicos, que deberían acoger a todos los feligreses,
lanzan soflamas separatistas desde sus púlpitos y su superioridad. Deberían
recordar la parábola del publicano y el fariseo.
Hartos de ver
cómo disfrazan de hecho cultural lo que no son más que intereses económicos o
directamente puro racismo, xenofobia, supremacismo contra la mitad de la
población de Cataluña. Ya el Sr. Millet, procesado por el desfalco al Palau de
la Música de Barcelona dijo " aquí somos cuatrocientas familias que lo
manejamos todo"...y se quedó tan ancho...porque es verdad...o habría que
decir... "era" verdad, porque la mitad de la población, hasta ahora
ninguneada, ha dicho basta.
Basta de
pasteleos con los partidos políticos que nos han llevado por sus propias
conveniencias electoralistas hasta aquí y han mirado para otro lado. Ejemplos:
en Enseñanza para poder trasladarte de Instituto tenías que acreditar el nivel
de catalán...o te quedabas para siempre sin derecho a traslado en Cataluña. En
los accesos a cátedra, valía más la acreditación de catalán que un doctorado(
el colegio de Biólogos impugnó el concurso del 92 y tardaron 10 años en
resolverlo y reasignar las plazas). En algunos Institutos se estudiaba "el Quixot" y gracias
a que algunos alumnos protestaban no se les daba la clase de Literatura
Castellana...en catalán. Y así una detrás de otra. En la enseñanza pública,
claro, porque en la privada , a la que asistían los hijos de las élites, ya se
ocupaban de que las cosas no fueran así. No soy partidaria de la segregación
escolar por lenguas , pero sí de que el 50% de las materias se de en la lengua
común, el castellano, y de que funcione una inspección férrea e imparcial que
lo garantice.
Si por algo
tienen miedo a Ciudadanos aquí es porque son los únicos que los conocen, que
han vivido esa realidad de la que hablo y saben de sus verdaderas intenciones.
"Cataluña es nuestra" dijo , sin ningún rubor, Ernest Maragall hace
poco en el Parlamento catalán.
Suya ha sido hasta
ahora; no hay más que ver los apellidos de los cuadros directivos. Sólo de vez
en cuando algún tonto útil, generalmente "converso", que como tal, ha de demostrar que es más nacionalistas que
nadie: " nihil novum".
Pero el siervo
se ha levantado ya contra el señor. Y esto es imparable. Basta ya.