lunes, 5 de marzo de 2018

Hartazgo




¡Qué hartos estamos de la "cuestión catalana"!

Hartos de ver cómo algunos sacerdotes católicos, que deberían acoger a todos los feligreses, lanzan soflamas separatistas desde sus púlpitos y su superioridad. Deberían recordar la parábola del publicano y el fariseo.

Hartos de ver cómo disfrazan de hecho cultural lo que no son más que intereses económicos o directamente puro racismo, xenofobia, supremacismo contra la mitad de la población de Cataluña. Ya el Sr. Millet, procesado por el desfalco al Palau de la Música de Barcelona dijo " aquí somos cuatrocientas familias que lo manejamos todo"...y se quedó tan ancho...porque es verdad...o habría que decir... "era" verdad, porque la mitad de la población, hasta ahora ninguneada, ha dicho basta.

Basta de pasteleos con los partidos políticos que nos han llevado por sus propias conveniencias electoralistas hasta aquí y han mirado para otro lado. Ejemplos: en Enseñanza para poder trasladarte de Instituto tenías que acreditar el nivel de catalán...o te quedabas para siempre sin derecho a traslado en Cataluña. En los accesos a cátedra, valía más la acreditación de catalán que un doctorado( el colegio de Biólogos impugnó el concurso del 92 y tardaron 10 años en resolverlo y reasignar las plazas). En algunos Institutos  se estudiaba "el Quixot" y gracias a que algunos alumnos protestaban no se les daba la clase de Literatura Castellana...en catalán. Y así una detrás de otra. En la enseñanza pública, claro, porque en la privada , a la que asistían los hijos de las élites, ya se ocupaban de que las cosas no fueran así. No soy partidaria de la segregación escolar por lenguas , pero sí de que el 50% de las materias se de en la lengua común, el castellano, y de que funcione una inspección férrea e imparcial que lo garantice.

Si por algo tienen miedo a Ciudadanos aquí es porque son los únicos que los conocen, que han vivido esa realidad de la que hablo y saben de sus verdaderas intenciones. "Cataluña es nuestra" dijo , sin ningún rubor, Ernest Maragall hace poco en el Parlamento catalán.

Suya ha sido hasta ahora; no hay más que ver los apellidos de los cuadros directivos. Sólo de vez en cuando algún tonto útil, generalmente "converso", que como tal,  ha de demostrar que es más nacionalistas que nadie: " nihil novum".

Pero el siervo se ha levantado ya contra el señor. Y esto es imparable. Basta ya.