miércoles, 30 de noviembre de 2011

2. Estoy furioso: El león Pepón

No puedo ir a la piscina. Tengo tos y me canso de toser. Mis amigos  se van a subir al autobús y yo… a casa. Además no vendrá mi mamá a recogerme, como hace siempre que tengo piscina. Ese día salgo más tarde  y le da tiempo a venir. Me trae un bocadillo especial. Salgo muy cansado, pero nada más verla me pongo contento. Hoy, nada. Jarabe y toser. Podía tener tos otro día y no el de piscina. Estoy furioso. Ana, mi maestra, no sabe lo que me pasa. Me dice que parezco un león. Al final se lo cuento. Me ha hecho un dibujo muy divertido. Dice que es un león,  pero que ya no está furioso. Yo tampoco estoy ya tan furioso. Parece que desde que se lo he contado a Ana se me ha pasado y además,  la tos casi ha desaparecido.

lunes, 28 de noviembre de 2011

1. Estoy contento:El tigre Juguetón


Hoy es viernes y mi papá me viene a buscar por la tarde. Luego nos encontramos con mi mamá y mi hermana. Si hace bueno, vamos un rato al parque o a merendar. Mi hermana se llama Sara y  sale de su parvulario más tarde que yo. Por eso, antes de encontrarnos los cuatro,  me quedo a jugar a la pelota con mi papá en el patio de mi colegio. A mí me encanta. Es un día especial. Además es el día de la semana que cenamos pizza y nos vamos a dormir un poco más tarde porque al día siguiente no hay colegio.  Eso no lo sabe todavía Ana, mi maestra.  Como me ve tan contento siempre me dice que parezco un tigre juguetón, un cachorro. Yo me río mucho y ella también. Y entonces me hace un dibujo y nos reímos todos. Es un día fantástico.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Los cuentos de Ana

Ana tiene los ojos y el pelo de color miel y cuando te mira, no puedes decir mentiras porque ella lo sabe. Ana se inventa palabras que dan mucha risa y también canciones y cuentos. Ana es mi maestra y yo la quiero mucho.

Yo me llamo Nicolás y cada vez que me pasa algo, Ana me cuenta una historia y me hace un dibujo. Luego yo pienso en lo que ella me cuenta, miro el dibujo y ya se me olvida lo que me pasaba.

1. Estoy contento: El tigre Juguetón.






2. Estoy furioso: El león Pepón.

3. Estoy acelerado: El saltamontes Flip.
4. Estoy triste: La serpiente Palillito.
5. Estoy goloso: El abejorro Zumbón.
6. Estoy celoso: El gusano Chulín.
7. Estoy feliz: La rana Croarrana.
8. Estoy distraído: La mariposa Revoltosa.

9. No estoy: El erizo Pelopincho.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cine

Sumergirte en una historia que pone un paréntesis momentáneo a la tuya propia. El cine es un espacio mágico de sueños, imposibles la mayoría de las veces. Ir al cine es un placer. Aunque si el comportamiento de la mayoría sigue empeorando, pronto desaparecerá el concepto de "ir al cine", tal y como hasta ahora lo hemos disfrutado.

Resulta irritante tener que pedir silencio cuando se apagan las luces ( de poco sirven las peticiones educadas del propio local ); ni pensarlo antes, desde luego. Lo normal sería mantener conversaciones con cierta privacidad. Pero no, aquello parece un cuarto de estar: teléfonos móviles, envoltorios, olor de palomitas...hasta bandejas enteras de comida he visto. Además, si se te ocurre siquiera insinuar que desearías un poco más de calma, te miran como si el bicho raro fueras tú.

La falta de respeto por los demás cada vez abarca más ámbitos: desde las conversaciones a grito pelado con los móviles en los autobuses, hasta los cuchicheos de aprobación, o no, de la orquesta en un concierto de música clásica.

El silencio es un lujo.


martes, 15 de noviembre de 2011

Lluvia

Llueve desde hace días. No apetece hacer nada. No porque no sea normal que en estas fechas llueva. Aquí siempre lo hace en otoño. Cuando mucho, cuando nada.

Los días grises y con lluvia pertinaz me recuerdan siempre el poema de Machado: ... "Monotonía / de lluvia tras los cristales"...

Y cuando cae la noche tan pronto, parece no sólo que los días se acortan, sino la vida también. Todo tiende  a la introspección , al recogimiento.

Como hormigas cautelosas vamos rellenando nuestras despensas para el derroche de Navidad.


martes, 8 de noviembre de 2011

Contraste

Vamos por la calle a nuestras cosas. Pocas veces miramos al cielo, a los árboles, a las personas con las que nos cruzamos. Miramos sin ver y vemos sin mirar. Parecemos personajes de Magritte. Pero eso, a veces, puede ser una bendición: la del anonimato. Haces sin dar cuentas a nadie y sin que nadie te las dé.

¡Qué diferente en un pueblo! Tu vida es patrimonio de todos los demás, quieras o no.

Los que no vivimos habitualmente en un pueblo parecemos novatos de naturaleza y de tiempo. Suscitamos la ironía, cuando no la burla de sus habitantes.

El menosprecio de corte y alabanza de aldea suele hacerse desde la corte... Siempre anhelamos lo que no tenemos.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Viajar

Una hora en la playa , o dos a lo sumo, antes de las doce que luego hace demasiado calor. Una ducha lenta. No hay relojes. Las letras del libro se van juntando y distorsionando: resbala la siesta como un lagarto perezoso. Un café contemplando la bahía. Un paseo largo. El cielo estrellado, en calma. El chiar de las golondrinas en los hilos de la luz por la mañana. Las horas y los días se alargan.

Cuando viajamos, en cambio, todo es rápido. Sabes que a lo mejor no vas a volver a ese lugar nunca y por tanto tienes que absorber con ansia lo que ves, a veces en rebaño de gentes. Quieres conocer, ver, tocar, probar...Vuelves molido del viaje. Pero algo nos impele a repetir la experiencia. El proyecto es siempre placentero.

Nada que ver vacaciones con viajar.