Se jubila Montse Rasclosa. ¡Quién
lo iba a decir!
Montse muestra un carácter mucho
más duro del que, en realidad, tiene: es mucho más tímida y tierna de lo que
quiere aparentar.
Recuerdo mi primer encuentro con
ella, en el año 86, cuando llegué al Bernat para quedarme. Seria, casi adusta,
detrás de la mesa situada en lo que hoy es el despacho del Secretario: era la
Directora. Poco sabía yo, entonces, del tirón que ejercería el Bernat sobre
todos nosotros.
Un día, por los pasillos,
tarareaba yo:
"Ya despunta la mañana
de la Aurora el dulce sueño"...
y, sorprendida, me preguntó de qué
conocía esa pieza coral. Resulta que ella también cantaba en el coro de su
Instituto y que ambas coincidimos en un encuentro de corales que se celebró en
Zaragoza cuando éramos adolescentes.¡Quién lo hubiera sospechado!
Omnipresente en las reuniones, en
las comisiones, en las Juntas...o comprando mandarinas y turrones para nuestras
inolvidables celebraciones de Navidad.
Siempre a la última("¡qué
bien se compra en Gerona!").
Árbitro de un seminario difícil.
La vida nos ha llevado a ser
vecinas de pueblo de vacaciones. Ahora sí, con más tiempo, espero que podamos
seguir tomando cafés.
Con
cariño