Cuando eres muy
joven, aún crees que los acontecimientos que se sucederán en tu vida sólo
dependerán de ti, de tu voluntad.
Si te paras a
pensar en hechos que te parecen , o parecieron, relevantes, te das cuenta de
que el azar fue determinante en que tomaras uno u otro camino, conocieras a tal
o cual persona, vivieras en un sitio u otro, tuvieras una u otra ideología .La perspectiva
de analizar otras posibilidades siempre resulta inquietante.
Desde la cuna
tenemos unas u otras expectativas, desiguales e injustas, que en la mayoría de
los casos nos condicionan de por vida.
Sufrimos tantas
veces por cosas que no podemos cambiar, como si dependiera de nuestra voluntad
el que fueran de una determinada manera.
La Fortuna gira
caprichosa sin que podamos intervenir. Guijarros diminutos arrastrados en un
río a veces turbio, a veces plácido en un remanso del camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario