viernes, 10 de octubre de 2014

Alemania


Días placenteros y de clima benévolo. Casi 20º a mediodía al lado del Bodensee.

Viñedos espléndidos en la ladera de Birnau: impresionante iglesia barroca con su precioso niño mielero. Pueblos cuidadísimos a lo largo del lago con flores siempre en los balcones y ni una mota de polvo o desperdicios en sus calles. La conciencia cívica de lo común es grande.

Más adentro, Rottweil y su Torre Negra de donde salen las comparsas de Carnaval. Y su iglesia principal, casi una catedral, con la Virgen que espantó a los invasores con  su mirada, según cuentan, y el delicado relieve del caballero que entrega su anillo a la dama.

Otoño aún casi imperceptible. Algunos árboles empiezan a amarillear. Pocos, ocres y rojizos.

La Selva Negra, majestuosa. Deliciosas sus tartas que muestran con orgullo en Glatt.

Amigos.

 

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