domingo, 3 de noviembre de 2013

2 de noviembre

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
                           
                             Rubén Darío

Los bordes de los caminos ya no tienen colores; sólo, flores blancas.

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