viernes, 21 de junio de 2013

Atardecer



Cae la tarde, plácida, sobre la llanura del Ampurdán. El Montgrí se estira, abre sus alas protectoras de tótem. Los olivos bailan  hoy con el  leve viento del Sur y los cipreses que protegen los cultivos engordan al sol. Aparecen las primeras pacas desparramadas en las eras y los manzanos crecen día a día con la bonanza tan esperada. El mar, en calma. El cielo, rojo, rosa, verdoso, azul, blanco; al final, casi malva. Las golondrinas -¡qué bien vuelan!- no paran. ¡Qué escandalosas las descaradas gaviotas!

 El relente  me devuelve a la realidad. 

Todavía hay que esperar un buen rato para poder contemplar la noche estrellada.

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