martes, 12 de febrero de 2013

Percepción


A veces, no es muy frecuente, vas conduciendo por un trayecto muy conocido y, de repente, has llegado y casi no sabes cómo. Tu cuerpo ha ejecutado los movimientos necesarios para llegar a destino, pero tu mente ha estado en otro sitio, desconectada de lo material: Marta y María.

Cuando entras en un hospital, como enfermo o como acompañante, también el mundo que te rodea desaparece. Todo se para. Ves colores, ráfagas y vida a tu alrededor, pero eres como un "diablo cojuelo" de los demás, pero con niebla en los ojos. Estás en otra dimensión.

Con el dolor no físico pasa algo parecido. Comes, duermes incluso, preparas cosas para ti o los demás, pero nubes de agujas se apoderan de tu mente.

El cuerpo sigue en su esfuerzo de supervivencia. La mente vuela sola.

 

 

1 comentario:

  1. No cuando es crónico, al final aprendes a vivir con él como telón de fondo hata el punto de engañar a tu mente que pretende ignorarlo y volar sola...

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