Hace tiempo que vengo observando
determinados comportamientos que me ponen sobre aviso de una progresiva
degradación de algunas de nuestras instituciones.
Un ejemplo: no soy monárquica, no me parece
racional que por derecho exclusivo de nacimiento se deban tener más privilegios
que los demás. Pero si una ley dice que el Jefe del Estado debe presidir los
salones de plenos de los Ayuntamientos, la ley debe respetarse. Y la ley debe
ser respetada mientras no se cambie esa ley. Como todas las demás leyes.
Últimamente, parece que los que
"mandan" en diversos ámbitos hacen de su capa un sayo en cuanto a lo de cumplir la ley, que
sólo acatan si les gusta.
Las leyes son la única protección
contra las arbitrariedades de los poderosos. Y aunque las leyes, a veces,
parecen hechas sólo para protegerlos, mientras no se cambien democráticamente,
hay que cumplirlas porque son la única garantía que tenemos.
¿Cómo se puede exigir a los
ciudadanos que paguen impuestos o respeten las normas cívicas, por ejemplo, con
semejantes ejemplos de falta de educación democrática ? ¿Es de recibo hacer sólo
lo que a uno le gusta?
Cómo desearía que los políticos
fueran profesionales de reconocido prestigio que por un tiempo limitado
dedicasen sus conocimientos a la " res publica" , que debería ser un
honor reconocido por la sociedad.
Sobran visionarios, mesías y "cumbayás".
De buenas intenciones está el infierno lleno.
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