miércoles, 22 de mayo de 2013

Carranza



Desde el mirador de las cuevas de Pozalagua se ve el valle de Carranza en todo su esplendor, con la sierra de Sia al fondo, aún nevada, en esta primavera más fría de lo habitual. El “bocage” con los prados separados por cancillas de madera, los rebollares, los avellanos, hayedos, eucaliptos, el río Asón y las vacas, algunas todavía pintas, autóctonas, las menos, las ovejas grandes, más que las castellanas, de cabeza negra, parecidas a las irlandesas, quizá de la misma raza. Verde y más verde en todos sus matices. No hay aquí amapolas en los caminos y las gentes del lugar, en los pequeños pueblos, prefieren adornar sus casas con calas blancas o con la elegante bola de nieve, que crece con facilidad. Sólo los brotes nuevos de los jóvenes eucaliptos, rojizos, ponen alguna nota colorida, o de vez en cuando algún pequeño arbusto amarillo. Los árboles inmensos del norte.
A  pocos quilómetros,  el Cantábrico, espléndido. También aquí el verde llega desde sus colinas casi hasta el agua. El mar aquí se oye siempre y la arena compacta y mojada de sus playas bañadas por las olas de la pleamar me trae recuerdos de infancia

domingo, 21 de abril de 2013

Mallorca

El mar inmenso; las nubes, burbujas de azúcar blanco y, de pronto, Formentor, las bahías de Pollença y Alcudia, como un milagro desde el aire: grandioso.
La temperatura suave, la gente, el paisaje son amables. La lengua, al principio con dificultad; poco a poco, reconociendo las variantes de pronunciación.
¡Qué rica la comida! Y qué belleza el casco antiguo de Palma, de noche, sin gente, iluminada la Catedral, la Almudaina, las callejuelas de palacios  con aleros imponentes. Y el bullicio del Borne.
Por casualidad,  al ir a visitarla por dentro, asistimos en la Catedral a una misa de las de antes, de incienso e hisopo, que me hizo recordar las de mi infancia, con mis abuelos, medio mareada de hambre, cuya compensación estaba al final, en los trocitos de pan delicioso que ofrecía cada domingo una familia en una cesta adornada con un paño blanco almidonado, impoluto.
El milagro de la Catedral es la luz que se cuela por el rosetón y va recorriendo la nave central, como algo mágico, entre los cánticos en latín.
Almendros, naranjos, limoneros…por todas partes. El color del mar, azul turquesa, casi imposible: en Sant Elm , en Deià o  en sa Coma.
Rojo, amarillo, blanco, lila: las flores de los caminos, tantas, tan frescas, como plantadas a propósito y no silvestres. Reventando la primavera.
Y la vista panorámica de Cura, con el tiempo parado en su huerto franciscano de lirios silvestres y acanto vicioso.



sábado, 20 de abril de 2013

Cámara lenta

Hay un momento de la vida en que empiezas a lo que yo llamo “recoger frutos” de lo que has sembrado. Si las cosas te han ido medianamente bien, si no se han torcido del todo, puedes volver a tomar un café, ir al cine o hacer un viajecito a cámara lenta. No es que no hayas hecho todo eso hasta ahora, sino que ahora y después de un tiempo siempre con prisas, atrapado en las urgencias de la vida, lo haces con conciencia de que esa nadería es un privilegio y lo disfrutas como estrenando otra vez las cosas, con ojos nuevos.

martes, 9 de abril de 2013

Entrega

Nada hay que consuele tanto como la mirada de un niño que te quiere.
La entrega sin reservas, la confianza absoluta: no hay nada escondido detrás de esos ojos que te miran desde lo más profundo de su ser y que taladran los tuyos y tus sentimientos. Todo lo puedes para ellos. Sin reservas, eres su refugio , su castillo. Con el tacto tibio y mórbido de sus manitas te entregan su ser por completo.
Y tú solo piensas : ¡Qué bendición!...¿Hasta cuándo?

martes, 19 de marzo de 2013

Primavera



Tarda en llegar este año. Es verdad que ya se ven brotes tímidos en algunos árboles y que en el césped empiezan a menudear pequeñas margaritas silvestres, pero las mimosas llevan más de mes de retraso, los pájaros apenas cantan, los ciclámenes siguen espléndidos, como en enero, y el mar  tiene aún el color verdoso del invierno. Al fondo, el Canigó, lleno de nieve. Este año hay mucha nieve todavía en la montaña.
En la pequeña playa, los cormoranes pescan a su antojo y las gaviotas se dejan llevar por el suave balanceo.

 Sólo a mediodía apetece estar al sol, entibiando los huesos del invierno.

sábado, 2 de marzo de 2013

Desmontando tópicos




Cuando oigo decir a alguien “esa mujer ha elegido quedarse en casa y ser ama de casa”…

¿Ama de casa? ¿No habíamos quedado en que la casa la compartían los dos componentes de la pareja? ¿Y que era justo que fuera así? ¿Qué es eso de “ama de casa”? ¿No hay amo de casa?

No es lo mismo que una mujer se quede en casa porque no tiene trabajo y  entonces se ocupe de los quehaceres diarios mientras su pareja está trabajando fuera, que la mujer que “elige” quedarse en casa. Hay mucha diferencia en esto, dependiendo de la situación económica de la pareja .En una situación precaria, no hay elección posible. En una situación acomodada, con una o dos sirvientas, que te quitan el trabajo, la mujer que “renuncia” a ejercer una profesión para la que se ha estado preparando durante unos cuantos años parece que se ha estado preparando para…florero.

Por desgracia, todavía hay muchas mujeres que trabajan fuera de casa y dentro no tienen ninguna ayuda de su pareja. Esa sí que es una situación injusta y discriminatoria, frente a las perlas que se pasean del gimnasio al café y que no aguantan a sus hijos más de una hora.

Todo eso cuando leemos en la prensa que las mujeres siguen cobrando por el mismo trabajo que hacen los hombres un 20% menos.