sábado, 20 de abril de 2013

Cámara lenta

Hay un momento de la vida en que empiezas a lo que yo llamo “recoger frutos” de lo que has sembrado. Si las cosas te han ido medianamente bien, si no se han torcido del todo, puedes volver a tomar un café, ir al cine o hacer un viajecito a cámara lenta. No es que no hayas hecho todo eso hasta ahora, sino que ahora y después de un tiempo siempre con prisas, atrapado en las urgencias de la vida, lo haces con conciencia de que esa nadería es un privilegio y lo disfrutas como estrenando otra vez las cosas, con ojos nuevos.

martes, 9 de abril de 2013

Entrega

Nada hay que consuele tanto como la mirada de un niño que te quiere.
La entrega sin reservas, la confianza absoluta: no hay nada escondido detrás de esos ojos que te miran desde lo más profundo de su ser y que taladran los tuyos y tus sentimientos. Todo lo puedes para ellos. Sin reservas, eres su refugio , su castillo. Con el tacto tibio y mórbido de sus manitas te entregan su ser por completo.
Y tú solo piensas : ¡Qué bendición!...¿Hasta cuándo?

martes, 19 de marzo de 2013

Primavera



Tarda en llegar este año. Es verdad que ya se ven brotes tímidos en algunos árboles y que en el césped empiezan a menudear pequeñas margaritas silvestres, pero las mimosas llevan más de mes de retraso, los pájaros apenas cantan, los ciclámenes siguen espléndidos, como en enero, y el mar  tiene aún el color verdoso del invierno. Al fondo, el Canigó, lleno de nieve. Este año hay mucha nieve todavía en la montaña.
En la pequeña playa, los cormoranes pescan a su antojo y las gaviotas se dejan llevar por el suave balanceo.

 Sólo a mediodía apetece estar al sol, entibiando los huesos del invierno.

sábado, 2 de marzo de 2013

Desmontando tópicos




Cuando oigo decir a alguien “esa mujer ha elegido quedarse en casa y ser ama de casa”…

¿Ama de casa? ¿No habíamos quedado en que la casa la compartían los dos componentes de la pareja? ¿Y que era justo que fuera así? ¿Qué es eso de “ama de casa”? ¿No hay amo de casa?

No es lo mismo que una mujer se quede en casa porque no tiene trabajo y  entonces se ocupe de los quehaceres diarios mientras su pareja está trabajando fuera, que la mujer que “elige” quedarse en casa. Hay mucha diferencia en esto, dependiendo de la situación económica de la pareja .En una situación precaria, no hay elección posible. En una situación acomodada, con una o dos sirvientas, que te quitan el trabajo, la mujer que “renuncia” a ejercer una profesión para la que se ha estado preparando durante unos cuantos años parece que se ha estado preparando para…florero.

Por desgracia, todavía hay muchas mujeres que trabajan fuera de casa y dentro no tienen ninguna ayuda de su pareja. Esa sí que es una situación injusta y discriminatoria, frente a las perlas que se pasean del gimnasio al café y que no aguantan a sus hijos más de una hora.

Todo eso cuando leemos en la prensa que las mujeres siguen cobrando por el mismo trabajo que hacen los hombres un 20% menos.

jueves, 14 de febrero de 2013

San Valentín


Hace días escribí sobre la mujer florero. Parece que la tendencia de usar a la mujer como un objeto de adorno, sin más, va en aumento en lugar de retroceder.

La lucha por los derechos de las mujeres.  Algo que no me cansaré de apoyar.  En la mayoría de las ocasiones, el trato que se nos da es condescendiente; a veces, insultante, cuando no, directamente degradante.

No hay más que comparar el desnudo masculino y el femenino en el cine, por poner un ejemplo vulgar.

Ahora leo una noticia de un restaurante del Levante español que usará a mujeres desnudas como bandejas para presentar sus platos, eso sí, muy artísticos...

¿No hay ningún poder público que prohíba semejante vejación?

 

 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Dación en pago


Te vendo mi piso, pero si no me lo pagas , me lo tienes que devolver tal y como estaba. Es justo que si no pagas, el vendedor recupere su piso, que era la garantía de pago. No más. Todo lo demás son triquiñuelas legales.

martes, 12 de febrero de 2013

Percepción


A veces, no es muy frecuente, vas conduciendo por un trayecto muy conocido y, de repente, has llegado y casi no sabes cómo. Tu cuerpo ha ejecutado los movimientos necesarios para llegar a destino, pero tu mente ha estado en otro sitio, desconectada de lo material: Marta y María.

Cuando entras en un hospital, como enfermo o como acompañante, también el mundo que te rodea desaparece. Todo se para. Ves colores, ráfagas y vida a tu alrededor, pero eres como un "diablo cojuelo" de los demás, pero con niebla en los ojos. Estás en otra dimensión.

Con el dolor no físico pasa algo parecido. Comes, duermes incluso, preparas cosas para ti o los demás, pero nubes de agujas se apoderan de tu mente.

El cuerpo sigue en su esfuerzo de supervivencia. La mente vuela sola.