Hace días escribí
sobre la mujer florero. Parece que la tendencia de usar a la mujer como un
objeto de adorno, sin más, va en aumento en lugar de retroceder.
La lucha por los
derechos de las mujeres. Algo que no me
cansaré de apoyar. En la mayoría de
las ocasiones, el trato que se nos da es condescendiente; a veces, insultante,
cuando no, directamente degradante.
No hay más que
comparar el desnudo masculino y el femenino en el cine, por poner un ejemplo
vulgar.
Ahora leo una
noticia de un restaurante del Levante español que usará a mujeres desnudas como
bandejas para presentar sus platos, eso sí, muy artísticos...
¿No hay ningún poder
público que prohíba semejante vejación?