jueves, 28 de junio de 2012

Leyes


Muchas páginas se han escrito sobre las leyes, cómo se cumplen o no, quién y por qué se hacen, a quién benefician y qué oportunidad tienen.

A lo largo del tiempo se van modificando  y, salvo la Declaración de los Derechos del Hombre, que no se cumple en la mayor parte del planeta, la mayoría de ellas, sospechosamente, favorecen generalmente a los poderosos.

Y otras muchas, simplemente, no se cumplen. Porque o son coercitivas o no sirven de nada. El lenguaje popular, sabio a veces, nos recuerda que "hecha la ley, hecha la trampa".

Ahora bien, que, con todo el descaro, se diga en una televisión pública que "cambiaremos la ley del tabaco, evidentemente",(¡faltaría más!), para favorecer la instalación de Eurovegas en España, así, con todo el descaro y desparpajo de quien piensa que tiene siempre la razón porque le ampara el poder...

 Resulta escandaloso y servil.


jueves, 21 de junio de 2012

Infancia

Festival infantil de final de curso. El público, entregado:obvio, todos somos familia de los participantes.
Me sorprende siempre el empeño en su trabajo, la concentración, su esfuerzo por complacer a quienes venimos a ver su"obra". Y la mirada inocente, transparente de algunos de ellos.
Por un momento, una isla de sueños.
Faltan años para que esos mismos niños se conviertan, primero, en jueces implacables de sus padres y, más adelante, si hay suerte, en cómplices de sus anhelos.
El calor, a la salida, enfoca de nuevo la realidad.

martes, 5 de junio de 2012

Sicilia


Vuelvo de conocer Sicilia. Casi nada coincide con una idea preconcebida de tierra reseca por su proximidad a África.

 Me impresiona lo trabajada que está la tierra, ni un palmo sin cultivar: olivos, viñedos, cítricos o cereales. Y las flores que revientan de luz y color: buganvillas, adelfas, retama...Desbordante. Y el color del mar: el Tirreno, el Jónico, el Mediterráneo, los tres bellísimos, pero diferentes.

Segesta, Érice, Siracusa, Cefalú, Taormina, Noto...¡cuánta historia, cuánta belleza!

Y la mezcla de sus gentes que se refleja en su fisonomía:  normandos y púnicos, como el Pantocrator de Cefalú.

El paréntesis viajero es bueno para el cuerpo y para el espíritu.