jueves, 19 de abril de 2012

Monarquía


La monarquía es una institución heredada del feudalismo de la Edad Media con un componente divino. El rey era el representante de Dios en la Tierra y se era rey "por la gracia de Dios".

A partir de la Declaración de los Derechos del Hombre, no parece compatible la idea de la igualdad de deberes y derechos de las personas con la permanencia de una institución que se rige por el derecho de herencia y que no necesita demostrar su capacidad para ejercer el mandato. Acabamos de ver cómo una dictadura que nos repugna como la de Corea del Norte ejerce el mismo "derecho sucesorio" que la monarquía.

Se aportan razones, en favor de la monarquía en España, como que resultan más caros otros sistemas. No es cierto, porque cualquier institución puede ser regulada por ley, en cuanto a los emolumentos que perciba .Y debe estar obligada a dar cuenta de ellos, ser transparente. Se argumenta también que las Repúblicas españolas fueron de infausta memoria, como si no hubiera habido reyes, y no pocos,  también de infausta memoria. Se sigue diciendo que en un país como el nuestro, con tendencia a los "reinos de taifas", el único vínculo que sostiene nuestras diferencias es la corona. Argumentos todos muy endebles.

Si el Príncipe Felipe, que parece serio y competente, se presentara a unas elecciones, arrasaría. Ése podría ser su futuro.

lunes, 16 de abril de 2012

Naturaleza

Llueve con fuerza. Las gotas estallan en los cristales formando borbotones espesos, como los de la bechamel haciéndose. Relámpagos y truenos en la tormenta y, a lo lejos, un jirón de luz brillante y azul. En un recodo del camino, los campos amarillos de humildes nabos. ¡Qué hermosura! En la vereda, las flores silvestres: azules, blancas, amarillas y, de vez en cuando, amapolas ya, de rojo intenso. Y los olivos, zarandeados por el viento, no muy severo, bañándose con alegría. Más adelante, los manzanos en espaldera, llenos de flores.

Y por fin el mar, siempre el mar. Hace unas horas en calma; luego, las pequeñas crestas de espuma blanca de las olas y el color puro, nítido, de la tramontana; y  otra vez la calma, pero distinta, esta vez con mar de fondo y olas de acero que llenan la bahía y anuncian la lluvia.

 Y una rana verde, minúscula, resplandeciente, como la lluvia.

martes, 10 de abril de 2012

Tiempo

El tiempo se desliza entre los dedos como agua en cestillo. Hay tardes en que cunde y la luz se alarga. Parece, entonces, que  se estira en un espejismo que no acaba. Y con él, a veces, también, la melancolía. Ayuda la rutina a deshacer el hechizo. A menudo, es como si lo contemplara todo en la distancia, a mí misma también, como espectadora de las cosas de otros, ajena al momento concreto, como sobrevolando el escenario de la vida.